- Paul McCartney casi nunca usaba colonia porque las mujeres decían que su propio olor corporal era genial y les gustaba enterrar la nariz en su cuello.
- George Harrison perdió la virginidad en Hamburgo mientras Lennon y McCartney, ambos en la misma habitación, se ocultaban bajo las sábanas de la cama contigua y se aguantaban las ganas de reír, aplaudiendo cuando el joven Harrison acabó.
- Ringo Starr era de los cuatro Beatles el que más bebía, y en ocasiones llegó a renunciar a salir con el grupo o a tener la compañía de alguna mujer con tal de quedarse a gusto en la suite del hotel saboreando un whiskey o degustando un poco de vino.
- Klaus Voormann, amigo del grupo desde sus días en Hamburgo, cuenta que el famoso “encanto McCartney” con el que el bajista siempre se salía con la suya, afectaba a todo el mundo, los demás Beatles incluidos, excepto a John, quien parecía ser inmune y decía: “¡Aquí viene otra vez!” cada vez que le lanzaba a alguien una de sus encantadoras sonrisas. Esto hizo que John lo apodase Paul McCharmly (Paul McEncantador) desde los primeros tiempos de su amistad.
- George Harrison solía acercarse a Paul cuando echaba de menos a sus padres porque decía que Paul “olía a casa”, a Liverpool, a sus primeros días de su amistad con McCartney.
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